Universos ParaLelos
Haciendo del universo un lugar más anodino desde 1988.
22 ago 2011
11 ago 2011
El muerto al hoyo y el vivo al bollo. EXTREME VERSION
Manos arriba, esto es Villarato |
Cuenta la leyenda, que un 29 de diciembre del año 1936, dos días antes de nochevieja, y en plenos festejos navideños, un grupo de falangistas, liderados por un personaje que se hacía llamar Quinientos Uno (apodo homenaje al número rojos a los que hizo probar el plomo de su fusil), irrumpió por la fuerza en tres casas de la pequeña localidad de Poyales del Hoyo, y sacó por la fuerza y a collejas a tres mujeres, sospechosas todas de ser republicanas, al más puro estilo de los juicios de Salem. Una de ellas, embarazada, ni lo era, aunque su otro "pecado" era el haber mantenido una relación con un hombre casado, cuya mujer se chivó rauda y por despecho a las autoridades competentes.
A ella, de 26 años, y a las otras dos (una de las cuales era la única persona del pueblo que sabía leer y escribir), las invitaron amablemente a recorrer varios kilómetros de caminos sinuosos para, a una distancia prudencial del pueblo, descerrajarles una buena ráfaga de tiros. Hasta ahí todo "normal", realmente.
Los cadáveres de esas tres mujeres pasaron 70 años abandonados en una fosa común, acompañando en cuerpo y espíritu al resto de víctimas que la Guerra Civil dejó tirados en las cunetas. En 2010, y a pesar de que la alcaldelsa del pueblo (nieta de Quinientos Uno) se niega con toda su fuerza y su saña, se las entierra en el cementerio del pueblo, con un monolito en memoria de sus años de vida.
Pero el 22 de mayo, consabida fecha de elecciones autonómicas y municipales que supuso la debacle socialista ad maiorem Pedro J. gloriam, un grupo de fachas malencarados destruyó el monolito hasta dejarlo en escombro, así que al nuevo alcalde (del PP, por cierto, como la nietísima), sin pedir permiso ni avisar a los familiares, no se le ocurre otra cosa que lanzar los cadáveres de vuelta a la fosa común, en una brillante apoteosis de la trisomía y el sentido común.
Para terminar de redondear el asunto, una manifestación pacífica que protestó por el traslado, fue sacada del pueblo a empujones por los lugareños.
Nunca me ha agradado el afán socialista por remover el pasado Memoria Histórica mediante, básicamente por el aparato ideológico que viene detrás, el pregón reaccionario que sigue a la apertura de una fosa, el convertir un entierro en una revancha, en convertir a sus héroes en mejores que los héroes de los demás. Todos somos nietos de protagonistas de la Guerra Civil, no sólo Zapatero, pero su pasado no me marca en absoluto. Aquí es donde tenemos que demostrar que estamos por encima de la influencia que se ejerció sobre nuestros padres, abuelos, y demás familia. Porque al final no es sólo el entierro, es el discurso, las banderas al viento y la gana de desandar lo andado.
Pero cojones, a nadie se le puede negar una tumba con su nombre, un pequeño y minúsculo metro cuadrado que honre su memoria y sus circunstancias. Puede que el ejemplo no sea muy válido, pero no hace mucho que en el País Vasco un grupo de borrokillas de salón se cargó el monolito en memoria de Múgica. Vale, ¿qué harán los malvados bildisunos al respecto? Repararlo, y punto.
Mientras, en el corazón de Castilla, los aldeanos y los alcaldes del PP montan sindioses de relevancia nacional para fomentar la concordia, el debate útil y la cohesión nacional.
Luego nos quejamos.
2 ago 2011
Algo de relleno
A mi no me mires, estoy de vacaciones |
No sé si habrá alguien que en pleno agosto emplee el tiempo entre las 3 y las 4 de la tarde en algo que no sea echarse una siesta para que sus entrañas regurgiten otro suculento almuerzo. Tiene que haber de todo, así que por eso supongo que habrá gente que también emplee parte de ese tiempo en recrearse con alguno de los fantásticos, prestigiosos y modernos informativos de esta nuestra televisión patria.
Yo, por ejemplo, veo en ocasiones el de Antena 3, por aquello de que el mando me queda lejos cuando acaban Los Simpson, y obviando esas maniqueas encuestas de resultado abrumador, hoy quiero hablar de ese gran hamijo, de ese gran aliado de todas las publicaciones periodísticas en época estival, esa época de tocarse los huevos: EL RELLENO.
El relleno básicamente consiste en completar los insulsos minutos (o páginas) de programación entre anuncios con cualquier noticia chorra basada en los estudios de la primera universidad endogámica de turno. El contenido de esos estudios es simple a la par que turbador; en definitiva, todo lo bueno, es MALO:
Si algo te gusta, MALO. ¿Te gusta el café recién levantado? HIPERTENSIÓN. ¿Te gusta darle al pitillo? El CÁNCER te comerá las entrañas. ¿Te gusta echarte la siesta y no ver el informativo? Enfermedades NEURONALES. ¿Te gusta follar? SIDRA. ¿Y si uso condón doctor? LADILLAS como centollos. ¿Te gusta comer chocolate, gordi? Te saldrán GRANOS y pústulas por doquier. ¿Te gusta pelártela como un mono? CIEGO. Todo estudio que provenga de las elitistas Universidades de Oxford, Cambridge o Wisconsin, sirven para lo que sirven. Para arrojar resultados con un índice de error del 99% sobre asuntos que, en realidad, importan una mierda, exceptuando a los redactores del Telediario y a los conversadores no-futboleros de la hora del café a los que se debe rehuir como la peste. El epicureísmo es un derecho vital que parece no gustar a los poderes fácticos, aquellos que ayer nos decían que bañarse con el reglote podía resultar letal y, a día de hoy, siguen tratando de imponer como base vital el antihedonismo y la censura ultracatólica.
Así que ya sabéis, hamijos, ¿todo eso que nos alegra la vida? El capuccino de la tarde, la siesta de después de Bandolera, el polvo de por las noches, la paja mañanera, el ver pollas en el gimnasio... todo eso también nos arrastra al borde del abismo, nos acerca a la silla de ruedas, a una reclusión mecánica con respiración asistida.
Pero menos mal que sólo es relleno.
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