A mi no me mires, estoy de vacaciones |
No sé si habrá alguien que en pleno agosto emplee el tiempo entre las 3 y las 4 de la tarde en algo que no sea echarse una siesta para que sus entrañas regurgiten otro suculento almuerzo. Tiene que haber de todo, así que por eso supongo que habrá gente que también emplee parte de ese tiempo en recrearse con alguno de los fantásticos, prestigiosos y modernos informativos de esta nuestra televisión patria.
Yo, por ejemplo, veo en ocasiones el de Antena 3, por aquello de que el mando me queda lejos cuando acaban Los Simpson, y obviando esas maniqueas encuestas de resultado abrumador, hoy quiero hablar de ese gran hamijo, de ese gran aliado de todas las publicaciones periodísticas en época estival, esa época de tocarse los huevos: EL RELLENO.
El relleno básicamente consiste en completar los insulsos minutos (o páginas) de programación entre anuncios con cualquier noticia chorra basada en los estudios de la primera universidad endogámica de turno. El contenido de esos estudios es simple a la par que turbador; en definitiva, todo lo bueno, es MALO:
Si algo te gusta, MALO. ¿Te gusta el café recién levantado? HIPERTENSIÓN. ¿Te gusta darle al pitillo? El CÁNCER te comerá las entrañas. ¿Te gusta echarte la siesta y no ver el informativo? Enfermedades NEURONALES. ¿Te gusta follar? SIDRA. ¿Y si uso condón doctor? LADILLAS como centollos. ¿Te gusta comer chocolate, gordi? Te saldrán GRANOS y pústulas por doquier. ¿Te gusta pelártela como un mono? CIEGO. Todo estudio que provenga de las elitistas Universidades de Oxford, Cambridge o Wisconsin, sirven para lo que sirven. Para arrojar resultados con un índice de error del 99% sobre asuntos que, en realidad, importan una mierda, exceptuando a los redactores del Telediario y a los conversadores no-futboleros de la hora del café a los que se debe rehuir como la peste. El epicureísmo es un derecho vital que parece no gustar a los poderes fácticos, aquellos que ayer nos decían que bañarse con el reglote podía resultar letal y, a día de hoy, siguen tratando de imponer como base vital el antihedonismo y la censura ultracatólica.
Así que ya sabéis, hamijos, ¿todo eso que nos alegra la vida? El capuccino de la tarde, la siesta de después de Bandolera, el polvo de por las noches, la paja mañanera, el ver pollas en el gimnasio... todo eso también nos arrastra al borde del abismo, nos acerca a la silla de ruedas, a una reclusión mecánica con respiración asistida.
Pero menos mal que sólo es relleno.
Todo es relleno y miedo. Y Antena 3.
ResponderEliminarEl informativo de A3 es como... como cagar y mirar la mierda. Vaya, sabes que vas a ver una mierda, pero quieres ver como está hecha.
ResponderEliminarFantástico ejemplo.