Oleee, qué arteee!!

¡¡Bravo!! ¡¡Artista!!

Vuelvo tras cerca de dos semanas de vacaciones, de desconexión del mundo y de la vida real. Tenía pensado unos cuantos post sobre las variantes del guirismo recalcitrante, pero tras unos días de ponerme al día con la rabiosa actualidad de esta España nuestra, debo pararme y recapacitar.

En mi periodo de aislamiento vacacional, me ausente del seguimiento de uno de los temas farandulianos por excelencia del último mes, el accidente de Ortega Cano Fast & Furious style en una carretera comarcal que se llevó por delante la vida de un ciudadano desconocido. Pues bien, hoy me enterado de que el torero ha salido del Hospital de Sevilla y he ido raudo al visionado de las imágenes de tal multitudinario acto, henchido de curiosidad.

Lo que he visto me ha recordado en cierto modo a una excarcelación del gudari vasco de turno, pero a la andaluza, y salvando las distancias. Dejando de lado que no dudo del sentimiento de culpa del matadoh, debo reconocer que me ha sorprendido sobremanera ver a decenas de marujas vitoreándole, agasajándole y colmándole de elogios como si de un héroe salva patrias se tratara. Desconozco los méritos recientes de Ortega Cano, amén de segar una vida por una imprudencia al volante, pero esto hace que me plantee qué hubiera pasado si este señor hubiera estado ingresado en un hospital de cualquier otra ciudad de España. ¿Le habrían recibido también como un héroe?

Le deseo una pronta recuperación a este Príncipe del vulgo.